Quedan pocos días para que el invierno nos deje y con él, algunas frutas ligadas a esta temporada. Entre ellas está la reineta, una de las manzanas más apreciadas en repostería por el equilibrio que ofrece entre acidez y dulzor, y también por la dureza de su pulpa. Aunque es una fruta de otoño, todavía puede encontrarse en algunos lugares que tengan variedad. Hace unos días cayeron en mis manos algunas piezas bien hermosas y con ellas preparé un bizcocho con su pulpa rallada y un toque de canela. Fue todo un éxito porque quedó increíblemente jugoso y no demasiado dulce. Justo como a mí me gusta.
Ingredietes:
200 g mantequilla (en pomada)
200 g azúcar
3 huevos
200 g harina
1 c.c. levadura en polvo
2 c.c. canela
1 pellizco de sal
1 c.c. extracto de vainilla
3 manzanas reinetas (peladas y ralladas)
azúcar lustre (para decorar)
Elaboración:
Precalentamos el horno a 175ºC.
Preparamos el molde que deseemos utilizar (yo he utilizado uno de corona desmoldable), untándolo con mantequilla o aceite vegetal y enharinándolo ligeramente.
Mezclamos y tamizamos la harina, la levadura, la canela y la sal en un bol aparte.
Con unas varillas eléctricas, batimos la mantequilla con el azúcar.
Incorporamos los huevos uno a uno, procurando no añadir el segundo hasta que se haya integrado bien el primero. Repetimos la operación con el tercer huevo.
A baja velocidad incorporamos la harina. Es muy importante no batir demasiado la mezcla en este paso.
Añadimos la vainilla y la manzana rallada. Mezclamos con una espátula hasta obtener una masa homogénea.
Vertemos la masa en el molde que teníamos preparado.
Hornearemos durante 40 minutos o hasta que la superficie se vea dorada.
Retiramos la bandeja del horno y dejamos el bizcocho enfriar sobre una rejilla.
Desmoldamos y espolvoreamos con azúcar lustre.
Sugerencia: Este bizcocho puede acompañarse con una bola de helado de vainilla o con una buena cucharada de nata montada y salsa de caramelo.