Siempre he pensado que este sencillo plato de hortalizas rellenas es 100% primaveral: lleno de color y sabor, sin que resulte demasiado pesado.
Es probable que fuese el primer plato que probara en mi primer viaje a Atenas, ya que la misma tarde que llegué, la vecina de abajo me obsequió con un plato de tomates rellenos como gesto de bienvenida. Y yo —como siempre voy con mi cuaderno de recetas a todas partes, tomando nota de todo aquello que me llama la atención— nada más probarlos, me vi obligada a pedirle la receta. Me quedé estupefacta al comprobar que los tomates iban al horno ¡¡en pleno mes de julio, con al menos 40 grados!! En efecto, en Grecia se prepara este plato en todas las épocas del año, incluso en verano.
Se trata además de una propuesta al alcance de cualquier despensa, ya que los ingredientes son realmente básicos: arroz, hortalizas de temporada (los tomates, los pimientos de todos los colores y los calabacines suelen ser los más empleados), aceite de oliva y hierbas aromáticas.
He de decir que hay tantas variantes como hogares en Grecia. Cada cual tiene su truco particular. Hay quien espolvorea los tomates con un poco de azúcar antes de hornearlos. Hay quien añade una pizca de canela al relleno. Hay quien los prefiere con carne picada. A mí personalmente me gustan más en su versión vegetariana, con hortalizas variadas que pueden compartirse para poder probar un poco de cada.
Otra ventaja que ofrece este plato es que puede hacerse sin problemas con antelación. Y además puede servirse a temperatura ambiente (en los meses más calurosos) o bien en caliente (en los meses más fríos). A mí me encanta acompañarlos con un buen trozo de queso feta y aceitunas negras, a ser posible de Kalamata.
Como veis, es un todoterreno.
Procedencia: Adaptación de Falling Cloudberries de Tessa Kiros
Ingredientes:
2 cebollas grandes (troceadas o ralladas muy finas)
150 g perejil fresco (picado fino)
250 g arroz de grano corto
4 c.s. aceite de oliva + 125 g adicionales
1 c.c. pimentón (llena)
1 c.c. hierbabuena seca
1 c.c. pimienta negra
2 c.c. sal
6-8 tomates maduros
4 pimientos de asar
4 calabacines medianitos
4 patatas (cortadas por la mitad a lo largo, y cortadas de nuevo en dos o tres trozos)
3 c.s. mantequilla (derretida)
zumo de ½ limón
Elaboración:
Precalentamos el horno a 220ºC.
En un recipiente grande ponemos la cebolla, el perejil, el arroz, el aceite, el pimentón, la hierbabuena, la sal y la pimienta. Mezclamos bien.
Cortamos la parte superior de los tomates (a modo de tapa) y reservamos. Vaciamos su interior con una cucharita sosteniéndolos sobre un bol para recoger los juegos que sueltan. Troceamos la pulpa que hemos obtenido y la añadimos al recipiente con el arroz, junto con la mitad de los jugos del tomate. Reservamos el resto del jugo de tomate. Colocamos los tomates en una bandeja para horno.
Cortamos la parte superior de los pimientos (a modo de tapa), dejando un trozo sin cortar de unos 2 cm, y reservamos. Retiramos las semillas. Colocamos los pimientos en la bandeja junto con los tomates (no importa si no se quedan de pie).
Cortamos una rodaja (a modo de tapa) de un lateral del calabacín. Vaciamos su interior con una cucharita, troceamos la pulpa que hemos obtenido y la añadimos al recipiente con el arroz. Colocamos los calabacines en la bandeja junto con los tomates y los pimientos. Si los calabacines no son muy grandes, también se pueden cortar por la mitad, vaciarse y rellenarse por separado.
Rellenamos las hortalizas con la mezcla preparada, procurando no llenarlas en exceso, ya que el arroz aumentará de volumen durante la cocción. Alrededor de las hortalizas colocamos las patatas troceadas.
En un bol, incorporamos el resto del aceite (125 g), el jugo de tomate que habíamos reservado, la mantequilla, el zumo de limón y 375 ml de agua. Mezclamos bien y lo vertemos sobre las hortalizas y alrededor de ellas. Colocamos las tapas (o sombreritos) sobre los tomates, los pimientos y los calabacines y espolvoreamos con sal, especialmente sobre las patatas.
Dejamos cocer en el horno de 75 a 90 minutos, hasta que las hortalizas se ablanden del todo y tomen color. Si fuese necesario, podemos añadir un poco más de agua durante el horneado. Apagamos el horno y dejamos la bandeja dentro unos 15 minutos. Este plato está más bueno cuando se deja reposar un par de horas.
Sugerencia: si nos apetece una versión menos vegetariana, tan sólo es necesario añadir al relleno carne picada de cerdo y ternera a partes iguales.